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Aún no puedo. Sigo en las mismas con el trabajo. Pero el viernes me sentí un poco mejor; ya no me sentí tan inutil como me había sentido, y es que como vieron que ya no podía me mandaron refuerzos. Sucedió entonces que ni con ayuda pude terminar, porque lo que me pusieron a hacer es algo bastante complicado, y casi nadie sabe como hacerlo. Así que... pues por lo menos no me atoré en lo más básico.
Se acuerdan que terminé odiando a los compañeros de oficina y que afortunadamente me cambiaron de lugar de trabajo. Fíjense que en el nuevo lugar no me cayeron tan mal mis compañeros. De hecho, me caen bién. Aunque nunca encajo del todo en ningún lugar, pero por lo menos me agradan más.
Un dato curioso es que los de la primera oficina son de escuelas privadas y los de la segunda son de escuelas de gobierno como yo. Creo que eso hace una pequeña diferencia. Sobre todo en el bolsillo porque los primeros no comen por menos de 50 pesos, y los segundos frecuentan puestos de tacos, tortas y las fonditas de la esquina.
Por primera vez en mi larga y sinuosa vida, me he quedado en casa para navidad. La tradición familiar era ir al pueblo de mi madre y pasar estos días allá; ahora, gracias al trabajo tuve un pretexto creible para quedarme. Tal vez extrañe la comida que hacen, pero ninguna otra cosa más. Ya no me gustaba ir. Y pienso hacer lo mismo en año nuevo: quedarme aquí y no ir al pueblo de mi padre, según marca la tradición.
Me quedo solo en casa, pero me quedo porque quiero. Mi hermana tampoco fue al pueblo, pero ella no está aquí, vive con el novio; solo espero que no se le ocurra venir aquí a querer celebrar. Quiero quedarme solito.
Y pues ya no recuerdo que otra cosa quería contarles... me gana el sueño
...bueno... felices navidades... :)